¿UN SUEÑO?
Mantenía los ojos cerrados, pero advertí con un escalofrió de
horror que los movía bajo los parpados, como si, en la muerte, soñara, caminé
lentamente hacia atrás, esa última despedida que pensé llena de dolor, se había
convertido en un tormento lleno de terror tratando de no hacer ruido para no
despertar lo que yacía en ese mausoleo, tenía tantas cosas que quería decirle,
gritarle que no era justo perder a mi mejor amigo. Al girar entendí que lo que
estaba dentro de tu cuerpo no lo reconocía, porque tu alma ya descansaba, pero
algo quería despertar a través de ti. Caminé lentamente hacia la salida y ya no
estaba sola, todas las sombras habían tomado formas distintas y caminaban hacia
mí, salí y respire profundo pensando que el dolor me hacía ver cosas que no
estaban, y las sombras seguían acercándose, como queriendo tocarme, mire las
copas de los arboles esperando que fuera el aire el causante de tal
alucinación, pero no corría ni la más mínima ventisca otoñal y fue entonces
cuando me dÍ cuenta de aquel profundo silencio, de ese silencio que enfría el
cuerpo y detiene el alma, me paralicé pero intuí que corría peligro y desde el
fondo del lugar, en lo más oscuro y profundo del cementerio pude ver ese
elegante hombre, vestido como de la época del siglo pasado, pero su traje
oscuro era impecable, resaltaba la camisa blanca, reconocí esa blanca y pálida
piel que tantas veces me persiguió y esos ojos azules me hicieron entender que
era el momento en que mi cuerpo debería reaccionar y empezar a correr sin mirar
atrás como tantas veces antes lo había hecho, y me pregunté:
– ¿Si tu muerte era realmente un accidente? ¿En verdad esa
mujer estaba loca o poseída? ¿Era una trampa? ¿Por mí?
No hay comentarios:
Publicar un comentario